el desorden

 

Cuando decidí comenzar a desocupar el espacio no me di cuenta del alcance que ese proyecto llevaba consigo.

Sentir la necesidad de embarcarme en algo sin conocer las verdaderas dimensiones ha sido una constante en mi vida que agradezco, ya que de lo contrario creo que jamás habría salido del cascarón.

No hablemos de casarme y tener hijos. Ese fue el primer susto morrocotudo.

Cuando me matriculé en BBAA ni siquiera sabía que tenía que prepararme para el ingreso aprendiendo a dibujar estatua con carboncillo (eran otros tiempos).
Y sin embargo superado el primer susto, la vida seguía y yo con ella.

Este proyecto actual de poner órden en mi estudio está derivando en un trabajo muy completo ya que además del trabajo físico que supone moverme de aquí para allá y levantar cajas y mover cartones, hay que añadir el esfuerzo mental de tomar decisiones.

mi blog principal

Mucho me temo que de momento este blog va a estar parado.
Mi trabajo actual se reduce al poner órden en mi estudio y la experiencia de ese proyecto la explico mi blog principal.

El método

Lo que mas me cuesta en mi trabajo y en mi vida en general es el órden.

Pero también reconozco que cuando soy capaz de tener órden en mis cosas y en mis asuntos siento una paz extraordinaria.

Y aunque todavía no he hecho mas que empezar a mover cosas en mi estudio, sobretodo tirar a la basura lo que no tiré ayer, empiezo a sentir algo parecido a cierto placer interno.

Para poner órden como para cualquier trabajo  yo necesito tener un método.

Primer paso: tener ganas de hacerlo.

Segundo paso: ponerse a ello.

Tercer paso: seguir.

Cuarto paso: constancia o sea todos los dias.

Así en todo.

Viaje al vacío

Decía Einstein que un escritorio desordenado significa una mente desordenada y él se preguntaba ¿qué dirán de los que tienen un escritorio vacío?

Yo también me lo pregunto, aunque como dice Oteiza, nada mas hermosos que un folio en blanco.

Conozco estudiantes de BBAA que no soportan enfrentarse a un lienzo en blanco.
Mi meta ahora es el órden.
Sería ridículo explicar el motivo por el que me encuentro en esta situación de caos en la que solo concibo la felicidad dentro de un espacio diáfano que corresponda a una mente similar.
He llegado hasta aquí y desde aquí inicio el viaje.
Compartirlo me estimula.

limpieza general

Cuando empecé a hacer órden en mi mesa de trabajo ni por asomo pensé que me iba a encontrar con la necesidad de hacer una limpieza general, una puesta a punto muy completa.
A medida que me conozco y descubro mis sombras como ya me pasó en California, realizo con estupor y asombro que debo limpiarme por dentro y por fuera.
Acepto el reto y sin prisa pero sin pausa, pongo otra bolsa de basura y sigo despojándome de lo que me sobra.
Renovarse o morir (lo aprendí en Francia).



Para mi deleite y emoción, encuentro el último poema de mi querida amiga y artista Emilia Martinez

Ya en su día publiqué videos tanto de su bellísimo rostro como de su obra pero también se han evaporado. (blog personal)

El trabajo de renovación y limpieza que estoy haciendo es tan potente que no me permite distraerme ni un segundo, acapara todo mi tiempo y atención.

el punto en que me encuentro

He estado tanto tiempo fuera de mi rutina de trabajo que la vuelta se está convirtiendo en algo inesperado.

Constato sin sorpresa que todo el trabajo realizado en los meses anteriores a mi ultima operación, hecho bajo los efectos de fármacos potentes solo es apto para ser depositado en el contenedor de basura.

No me importa.

Ahora se trata de pasar un tiempo dedicado a vaciar el espacio.

Mi encantadora cámara de fotos no funciona.
La batería se ha atascado dentro.

Ha llegado un momento de cambios en mi vida.
Echo de menos a Jorge Oteiza y su "ley de los cambios".

Pregunto:
¿por qué no reeditan los libros de Jorge?

LAS CHAQUETITAS DE MI MADRE: MOMENTOS Y MEMORIAS 113

LAS CHAQUETITAS DE MI MADRE: MOMENTOS Y MEMORIAS 113

Vuelta a empezar

No es la primera vez en mi vida que por no eludir prioridades he tenido que suspender un proyecto comenzado.
Tampoco me pilla de sorpresa lo costosa que resulta la vuelta. Por un lado, no tiene la frescura e inocencia de algo nuevo en donde lo que acontece es sorpresivo e inclasificable y sin embargo tiene la ventaja de que sé que estuvo en marcha y presumo que funcionaba.

Ayer volví a esa mesa que pide a gritos el vacío.
Organicé la gran bolsa de basura y empecé depositar en ella cartones a medias, fotos, papeles, cartulinas, cartones que hoy en dia me resultan muy duros...
De momento mi acción está encaminada al desalojo pero en mi cabeza empiezan a surgir ideal de cambio. cambio de cartones, de materiales e incluso del concepto porque yo he cambiado.
Me estoy planteando cambiar la cámara de fotos, quisiera simplificar el método de trabajo encaminado a la publicación en internet.

Cambié de scaner y el actual no funciona como me gustaría por lo que tuve que intervenir los últimos cartones.




Hoy es sábado y ha salido el sol, un sol de abril insano, picante y peligroso.
En principio yo trabajo todos los dias, no respeto las fiestas ni los fines de semana, es mi tiempo y lo empleo en lo que me interesa: aprender. Aprendo en el esfuerzo. Mi sed de conocimiento no tiene límites. A saciar esa sed dedico mi vida.

¿Por qué me sentiré tan cercana a Stanley Brown?

Inspiración ¿donde te escondes?

Presumía ayer de que volver a mis cartones sería la cosa mas natural del mundo.
¡Que ingenuidad la mía! ¡que candor e inocencia!
Me rio con ironía de mis falsas expectativas.

Pues bien, arrogante y segura como un pavo real me senté, traté de ordenar los cartones empezados que estaban sobre la mesa, papeles, fotos, cachivaches...
Poco a poco me fui sintiendo fuera de lugar, torpe, solo apta para deshacerme del material que tenía entre mis manos.
Insistí sin éxito, mi incapacidad aumentaba a medida que lo intentaba.

Me levanté y me puse a ver una película.

Han pasado 24 horas y ahora sé que el primer paso para volver al intento es organizar un cesto grande en el que pondré una bolsa de basura gigante y en ella depositaré todo lo que no se adapte a mi estado anímico actual.
Solo vaciando la mesa podré encontrar la inspiración perdida.

Decíamos ayer...

El hecho de que no haya actualizado este blog desde hace un mes no significa que no siga trabajando en mi autobiografía. Por el contrario, hasta tal punto estoy sumergida en ella que hasta hoy no he encontrado el momento de ponerme en contacto con este blog que, junto con el mío personal y el que empecé para mostrar el trabajo de mi madre, son los que constantemente están en mi pensamiento.
Maite Sota, la encuadernadora de mi autobiografía sigue en la tarea, pero no le presiono, las cosas del arte toman su tiempo y ella lo necesita como yo necesito el mio.