lunes, 19 de mayo de 2014

sábado, 17 de mayo de 2014

ONDARRETA




Título: "Toldo de Ondarreta 4"
Técnica: óleo/lienzo
Medidas: 40X80



LA PLAYA
La playa, cualquier playa, el lugar en el que la tierra se junta suavemente con el mar, evoca en mi maravillas: me siento mas a gusto en la playa que en un barco mar adentro. Los símbolos de playa, los toldos, las sombrillas, las toallas etc., sugieren momentos de alegre pasatiempo, placer indolente, aire libre, estados de bienestar que pertenecen a otra dimensión, cambio de ritmo, una conexión con la naturaleza no bucólica sino desdenfadada y estival. Cuando llega el invierno y se despoja a la playa de sus símbolos ritualistas y se queda desnuda, fría, quieta, sombría y solitaria, es como si hubiéramos pasado del yang al ying. Sigue siendo la misma playa y sin embargo ya solo invita al paseo meditativo. Las rayas azules y blancas provocan una sensación que no corresponde a un tiempo o un espacio concretos; hace muchos años que existian esas rayas en Deauville, Lido, Biarritz, San Sebastián… existen hoy y seguirán existiendo; pasan el tiempo y las modas pero la playa permanece intacta. En esta serie de cuadros cuyo motivo está tomado de los toldos de Ondarreta, he querido recordar la playa en el cálido verano. Mis playas anteriores miraban las sombras proyectadas en la arena; mis toldos actuales miran al cielo y tratan de captar la brisa marina. Vuelan.

viernes, 16 de mayo de 2014

Playa de Zarauz



Título: Toldos de Zarauz 1 (serie Playas)
Técnica: óleo /lienzo



La playa de Zarautz es una fuente casi inagotable de inspiración para mi.
Tres elementos han contribuido a que durante años y años acuda allí cada verano a sacar fotos que poco a poco se irán convirtiendo en cuadros al óleo, en dibujos a la cera y en mis recientes collages que espero convertir en libro de artista:
-los toldos, de diferentes colores, unos a rayas, otros lisos, colocados en línea frente al horizonte formando un decorado de una hermosura supina.
-la luz de Zarauz ha despertado mi imaginación sin dejarme lugar al sosiego. Es tan cambiante que los mismos toldos adquieren diferentes tonalidades dependiendo de la hora del día.
-el viento que infla los toldos dotándolos de vida propia y provocando un movimiento que transforma en danza las lonas destinadas a dar sombra.